Cómo funciona
una central

 

El agua ha sido siempre un medio para producir fuerza motriz, ya desde la antigüedad: inicialmente para el movimiento de las muelas y los martinetes, sucesivamente para la generación de energía eléctrica mediante obras de ingeniería hidráulica que dieron vida a las actuales centrales hidroeléctricas.

El principio de funcionamiento de una central hidroeléctrica se basa en el movimiento de grandes masas de agua a través de un salto generado por un desnivel: se retira una cierta cantidad a determinada altura para luego volver a introducirla, sin alguna alteración química o física, a una altura más baja.

La energía potencial del agua se transforma entonces en energía cinética que, durante el salto, pone en marcha el movimiento rotatorio de una turbina conectada a un generador de corriente, denominado también alternador, que produce a su vez la energía eléctrica.

Este proceso se divide en dos fases: primero a través de un estátor y luego a través de un rotor. Si ambos son ajustables la turbina se define de doble regulación, si en cambio solo una parte es ajustable y la otra es fija se denomina de simple regulación o de hélice.